Red Velvet Cake

by - 29.12.14

El pastel que os propongo esta semana está de moda, eso está claro, es muy llamativo por su color rojo terciopelo y se ve por todas partes, todas las webs de cocina te enseñan mil recetas, para hacerlo de mil maneras distintas (bizcochos, cupcakes, tortitas…) hasta que al final te dejas convencer por probar tu también en realizarlo. El miedo que te da es que, a ver, es un postre U.S., entonces eso conlleva que puede que sea un poco empalagoso, muuuy calórico (aunque eso, ¿qué más da?) y difícil de hacer…. Pues no amig@s, nada de eso!! No he encontrado ninguna dificultad en prepararlo, un poco largo quizás pero solo por el tiempo de espera para glasearlo y sobre todo por el tiempo de espera para comérselo. Pero vale la pena y no lo digo solo yo ;)… En fin, diría que es un pastel bastante ligero la verdad, no es nada seco y se come muy bien. El glaseado, OMG con el glaseado!! Es una exquisitez, de hecho ya lo he adoptado para glasear otros postres, se compagina tan bien con cualquier otro sabor que sería una pena no aprovecharse de ello. Me encanta porque no lleva mantequilla y entonces no se hace tan pesado. (¿¿Veis como al final tengo un poquito de cuidado con las calorías??)
 

Para 15 porciones (puede que más):

Para el bizcocho:
2 moldes (los de aluminio de usar y tirar del mercadona, ahora os fijáis en la foto)
Papel de horno
300 g de azúcar
250 g de harina
240 ml de leche + 1 cucharada de zumo de limón
120 g de margarina
20 g de cacao (tipo van houten)
2 huevos
1 sobre de levadura química
1 cucharadilla de extracto de vainilla
½ cucharadilla de sal
Colorante rojo en gel (yo lo compro en una tienda especializada en repostería creativa, Tartas Cuca’s por los de la zona, en Talavera)

Para la cream cheese:
460 gr de queso para untar tipo Philadelphia
180 ml de nata para montar bien fría
120 gr de azúcar glas
1 cucharadilla de vainilla liquida

El bizcocho:
Lo primero que hacemos es poner el horno a 175ºC colocando la rejilla en el medio.
Luego, untamos los 2 moldes con margarina y les echamos harina, quitamos lo sobrante encima del fregadero dando unos toques. Cortamos unos círculos de papel de horno del tamaño del fondo de los moldes. Ponemos los círculos en los moldes, ya los tenemos preparados.


Ahora preparamos la leche con la cucharada sopera de zumo de limón, es importante hacerlo ya.
Mezclamos la harina, la levadura, el cacao tamizado y la sal en un recipiente y reservamos.
Con las varillas de la batidora eléctrica, batimos la margarina y el azúcar hasta obtener una  mezcla blanca y ligera.
Añadimos los huevos uno a uno y batimos bien entre cada huevo. Echamos también la vainilla liquida.
Es en esta etapa que se pone el colorante, no después. Yo eché como 3 puntas de cuchillo pero es según lo veis, la masa tiene que ponerse bien roja.


Para terminar, se incorpora poco a poco la mezcla harina cacao alternando con la leche, es decir, en la mezcla roja echamos primero un poco de la mezcla harina cacao, removemos y echamos un poco de leche, removemos y la harina… y así hasta que se agoten. Hay que empezar y acabar con la harina.
 
 

Dividimos la masa en dos en los 2 moldes. Alisamos la masa y metemos al horno durante aproximadamente 35 min. Vigilamos, la punta del cuchillo tiene que salir limpia.
 
 

Dejamos enfriar los bizcochos en los moldes durante 10 min antes de desmoldar.
Los ponemos en una rejilla para que se enfríen del todo. Una vez fríos, los metemos a la nevera por lo menos durante 1 hora, lo mejor sería dejarlos toda la noche.

La cream cheese:
Batimos el queso y el azúcar glas tamizado con las varillas de la batidora eléctrica a baja velocidad, tenemos que obtener una mezcla lisa y cremosa, pero no liquida, cuidado!
Añadimos entonces la nata montada bien fría y batimos hasta conseguir una textura cremosa, bastante espesa para poder cubrir el bizcocho. Para espesar un poco más, eso es a gusto de cada uno, se puede añadir más azúcar glas, pero no se puede añadir queso porque se harían grumos.

 

Montamos el Red Velvet:
Cortamos los bizcochos en 2, obtenemos 4 círculos. Ponemos el primer círculo en un plato y lo untamos bien con el glaseado, luego ponemos el segundo círculo y untamos de la misma manera, y el tercero… y el cuarto. Recubrimos el pastel entero con el glaseado, nos aseguramos de quedarnos con un poco para una segunda vez. Metemos el pastel en la nevera unos 10 min para que se fije el glaseado y ya cubrimos el pastel de nuevo con el resto de la cream cheese.

 
 

Lo servimos una vez refrigerado unas 2 horas mínimo. Se conserva en la nevera.
Es un postre original que podéis hacer para la cena de Nochevieja por ejemplo ;) o para merendar tranquilamente en casa acompañado de un cafecito...

 
Bon appétit!!

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